Ir al contenido principal

Crónica de una desaparición forzada


“Por la memoria de mi hermanito Bruno y los 37 mil desaparecidos en México.”

Bruno Alonso Avendaño Martínez nace un 6 de octubre de 1983, su acta de nacimiento marca el 10 de octubre por ser un registro extemporáneo, cuenta su madre Felipa Martínez Hernández. Bruno, como suelen llamarlo sus hermanos, Gerardo, José Lucas, Ana, Rigoberto y Juan, es el último de siete que procrearon su madre Felipa y el Sr. Lucas Avendaño Avendaño. Bruno, por el ser el “nene” y/o el xhuncu de la familia, fue el que más tardó en dejar la "chichi", su madre dice que aún cuando tenia 6 años Bruno ocasionalmente la reclamaba.

Bruno al igual que todos sus hermanos estudio en la Escuela Primaria Rural Federal Niños Héroes y ya la secundaria la cursaría en la Esc. Sec. Tec. No. 119, de Santa María Mixtequilla Oaxaca. Bruno llevó una vida como de cualquier niño campesino, que cuida una manada de chivas y borregas, como todos sus hermanos, de hecho su madre hasta la fecha tiene una manada de borregos que cuida como una forma de guardar la tradición de su origen campesino.

Bruno fue el último en cuidar esta manada de Borregos, ya que si bien en un principio su padre Lucas Avendaño Avendaño inició con una chiva y un chivo amarrados a la carreta tirada por una mancuerna de toros, cuando el segundo de los hijos varones tuvo edad para cuidarnos esa fue su tarea, y así los hijos se transmitían la cuenta de los borregos hasta que por fin Bruno heredó esa responsabilidad.

Después de sus estudios en la Esc. Secundaria, Bruno se inscribe en el IMA: Instituto Manuel Altamirano, en Tehuantepec. Una escuela de nivel medio superior –no pública– donde abandonó sus estudios cuando cursaba el tercer año, ya que en ese momento la carencia económica generaba muchas limitaciones en esta familia extensa, razón por la que Bruno deja la escuela y se dedica a trabajar de obrero de la construcción combinando esta actividad con labores del campo, sembrando maíz, ajonjolí, flor de muerto y plantando plataneras de plátano macho.

No fue sino hasta el 1 de junio que Bruno causa alta en la Policía Naval General de la Secretaría de Marina en el año 2011, fecha en que ingresa como marino en la Policía General de la Secretaría de Marina en la Cd. De México, Eje 2 Ote H. Escuela Naval 861 (Calzada de La Virgen), 04830 Coyoacán, Ciudad de México.

Durante este lapso Bruno se esmeró por mantenerse actualizado en los diferentes cursos que se ofrecían en esta institución, de ahí que esta preparación lo llevara a ascender a cabo CGIN, una vez que presentara los exámenes que la institución sistematiza para el ascenso del personal, de los últimos cursos que Bruno Alonso tomó según constancias y reconocimientos: “Derechos Humanos de las Personas en Lugares de Detención”, “Derechos Humanos, Detención Legal y uso Legítimo de la Fuerza”, “Derechos Humanos y Desaparición Forzada de Personas”, todas por la Subprocuraduría de Derechos Humanos, prevención del delito y servicios a la comunidad y la Procuraduría General de la República en el 2017. 

Bruno desaparece el 10 de mayo del 2018, a 5 kilómetros del domicilio de la casa de su madre, estaba de visita en la región del istmo por el primer periodo de vacaciones que tenía.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Dónde está Bruno Avendaño?

Escribo no para recibir un "me gusta". Escribo no para merecer un "me encanta". Escribo no para tener en respuesta un "me divierte", tampoco para un "me asombra" o un "me enfada". Solo escribo para invocar la memoria, los huesos, los recuerdos, para invocar nuestras aventuras, nuestras travesuras, nuestra vida compartida. Escribo porque no puedo gritar más fuerte. Escribo para dejar de ser llamados "ágrafos". Escribo por una situación de acorralamiento. Escribo porque no creo en el "ojo por ojo y diente por diente" aunque yo sé que eso es más efectivo. Escribo a como me dé a entender porque declaro que las palabras me las aprendí de memoria y no porque conozca las reglas gramaticales y las ortográficas. Escribo para no enfermar después del nudo en la garganta y las palabras no saltan, escribo para escupir la bilis, escribo para no enmudecer. Escribo para terminar peleándome con los vecinos. Escribo para disip

Ojo de Remolino

"Cruz, cruz, que se vaya el Diablo y que venga Jesús" Tu ausencia es un ojo de remolino. ¿Recuerdas? Aquellos que se levantaban en las tolvaneras de enero, febrero… Los remolinos que siempre nos dijeron que eran el Diablo… Remolinos de polvo que evitábamos escupir para que no nos devolviera la saliva. Remolinos que evitábamos apedrear de niños que porque la gente aseguraba que lo perseguían a uno,  y solo los desviábamos con el:  "cruz, cruz, que se vaya el Diablo y que venga Jesús…" Asimismo, este lugar donde naciste es como ese ojo de remolino, pero no son hojas secas, ni polvo,  ni bolsas de plástico las que se agitan vertiginosamente. Sí son las tías, las primas, tus primos, tus amigos, los vecinos, y hasta los amigos de tus amigos. Y llegan desde las distintas comarcas como dice el médium. Parece un avispero, Parece la víspera de una fiesta. Siempre hay mucha comida, agua de sabor, aguas embotelladas, pan de panadera de Mixtequilla, y b

Así nomás: ¡Hola!

¡Hola! Hoy me dijeron que estoy bajando de peso, ¡Je! dije que me estoy sobre entrenando de otra manera, aunque hoy mis músculos son mis tendones y mis huesos. Ya sabes que intento no llorar, porque recuerdo cuando me dijiste: "No porque llores la vida será menos dolorosa" ¡Je! pero bueno, a veces me traiciono. Aunque eso sí, tomo agua cada vez que me acuerdo, para compensar lo que se fuga por mis ojos. ¿Sabes? en los últimos años llegó un momento a pasar por mi cabeza que ya estaba vacío, y me imaginaba que me estaba acartonando, hasta llegué a pensar: "y ahora de qué puedo hablar?" Pero luego vino la pistola y el 14 de febrero, de eso ya no te enteraste, pero estoy seguro que me hubieras dicho: "¿ves, por qué es importante que aprendas a tirar?" y ese 14 de febrero me llenó de mucho miedo, después la noticia del 17 de abril, y ahí fue donde sentí todo el coraje que en mi vida había sentido, y fue un solo instante que me duró t