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Ojo de Remolino


"Cruz, cruz, que se vaya el Diablo y que venga Jesús"
Tu ausencia es un ojo de remolino.
¿Recuerdas?
Aquellos que se levantaban en las tolvaneras de enero, febrero…
Los remolinos que siempre nos dijeron que eran el Diablo…
Remolinos de polvo que evitábamos escupir para que no nos devolviera la saliva.
Remolinos que evitábamos apedrear de niños que porque la gente aseguraba que lo perseguían a uno, y solo los desviábamos con el: 
"cruz, cruz, que se vaya el Diablo y que venga Jesús…"

Asimismo, este lugar donde naciste es como ese ojo de remolino,
pero no son hojas secas, ni polvo, 
ni bolsas de plástico las que se agitan vertiginosamente.
Sí son las tías, las primas, tus primos, tus amigos, los vecinos,
y hasta los amigos de tus amigos.
Y llegan desde las distintas comarcas como dice el médium.

Parece un avispero,
Parece la víspera de una fiesta.
Siempre hay mucha comida,
agua de sabor,
aguas embotelladas,
pan de panadera de Mixtequilla,
y bueno, la cocina de mamá nunca está sola:
hay rezos, olor a incienso,
corre mezcal entre las manos, 
también las cervezas para disimular la hiel bajo la lengua.
Siempre hay gente, el fuego está prendido, 
y se pide más leña para que las brazas no dejen de parpadear,
como estrellas rojas, amarillas,
como ojitos que hacen guiños.

¿Ves? 
¿ahora puedes ver cuánto afecta tu presencia en el ojo del remolino de polvo?
Y bueno, sin contar los "inbox" que soy incapaz de responder,
como los mensajes en cada publicación que se hace.
Creo que en estos días te has ganado más abrazos,
que yo en mis 40 años de ridícula existencia, ¡je!
Y tú no has tenido que encuerarte…

¿Recuerdas cuando me decías?: "Tú solo tienes que encuerarte y ya"
–Sabes que estoy bromeando, je, je, je–.

Naciste con la estrella de la popularidad,
tu nombre lo inspiró el personaje de Yolanda Vargas Dulché, ahora lo sabes, 
¿entiendes por qué papá decía que yo alcanzaría la cúspide después de muerto?
Mi vida la asemejaba a uno de los personajes de "Lágrimas y Risas",
aquel escritor siempre enamorado.

Así como yo, igualito, 
incapaz de decirle a alguien cuánto podría llegar a quererlo.
Y siempre me he conformado con solo pasar a su lado…
a eso me refiero cuando digo que me conformo tan poco.
Pero estoy hablando de ti, je, je, je, je, me gana mi ego, mis celos,
que ahora seas tú, el protagonista de mi muro de facebook,
yo he ocupado casi 16 años para tener un nombre en el ciberespacio,
y tú en estos días, uno en la Vía Láctea, en la constelación de estrellas,
y mamá al igual que la Diosa Hera camina derramando leche,
porque por ser el xhunco, el nene, fuiste el que mamó hasta los 6 años,
y bueno, que sea este camino blanco que te regrese a casa.

Hoy sabes que te queremos más de lo que podrías llegar a imaginarte,
y nosotros más de lo que podíamos darnos cuenta.

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